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AGUSTÍ ENSESA

El hedonismo mediterráneo y la nostalgia atlántica se dan cita en esta casa del golf Costa Brava de Santa Cristina d’Aro, frente a la sierra Cadiretes-l’Ardenya.
Jordi Palarea

UBICACIÓN: Golf Costa Brava. Santa Cristina d’Aro. Baix Empordà.

SUPERFICIE: Terrerno: 1.800 m2, ajardinados. Casa: 250 m2, distribuidos en planta sótano y planta baja.

PRECIO: 1.260.000 euros.

Un paisajista que visitó en una ocasión el jardín comentó que la profusión de diversas especies de mariposas y de líquenes demostraba que la atmósfera que rodeaba la casa tenía una contaminación prácticamente cero. Orientada la parte delantera del jardín a la abrupta sierra de Cadiretes-l’Ardenya y la posterior al hoyo nueve del campo de golf Costa Brava, reina por doquier el verdor salpicado de especies florales y barrido por los aires puros que proceden de la sierra y del mar. De allí que no sea extraño que las especies polinizadoras se den un banquete de néctar. Espléndidas hortensias repartidas estratégicamente y bignonias rojas trepando por los porches son las especies que predominan. Y es que la propietaria y decoradora de la casa, originaria de Galicia, ha aprovechado la humedad del suelo de este jardín para que crezcan voluptuosamente las hortensias, tan queridas y prolíficas en su tierra natal.

En ese jardín, que ocupa una superficie de 1.800 m2, se levanta una casa mediterránea de los años sesenta, rehabilitada y reformada por la propietaria. El paso del tiempo y el asentamiento de la vegetación han dado una pátina de solera a su aspecto exterior. Con una superficie de 250 m2 distribuidos en planta sótano y planta baja. Ha sido minuciosamente decorada con una mezcla de muebles modernos y antiguos, algunos procedentes de Galicia.

El núcleo de la planta baja lo ocupa una sala diáfana en la que conviven armoniosamente varios ambientes. Una gran mesa de castaño, lacada de blanco, preside el comedor y ejerce de frontera entre la zona de estar de invierno y la de verano. La primera, en torno a una chimenea, combina los tonos blanco y verde en muebles y tapicerías. En cuanto a la de verano, orientada al jardín posterior y al campo de golf, alberga dos chaisse longue, una antigua librería y una mesa de escritorio. Pieza que también encontramos, pero de mayores dimensiones, en otro rincón de la sala.

La cocina, con muebles verde provenzal, dispone de encimera de corian para los desayunos y de una mesa de a diario.

La zona de noche de la planta baja comprende la habitación principal, con baño incorporado, con la cama orientada al campo de golf y recubierta por una preciosa colcha de ganchillo de la abuela. Dos habitaciones dobles, que comparten un baño, completan la zona de noche de la planta baja.

El sótano, antaño garaje y almacén, se ha reconvertido en un estudio con una cama individual. El baño, integrado en la estancia, está separado de ella por un biombo. Frente al estudio, se ubica la habitación de invitados, de iguales características que la principal de la planta superior.

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