Urbana de recreo sobre suelo rústico situada en un enclave privilegiado del valle del Lozoya, joya de la sierra de Guadarrama, perteneciente al término municipal de Rascafría y a escasos 50 minutos de Madrid. La zona, rica en fauna y flora autóctona, robledales, pino, jabalí, corzo, gran variedad de aves, tiene especial protección, la normativa no permite la construcción de edificaciones que no tengan carácter agropecuario, por lo que hace únicas y especialmente atractivas a las viviendas ya existentes.
Se encuentra a 3'4Km del centro de Rascafría, muy cercana al Monasterio del Paular y de la conocida zona turística de las Presillas, con fácil acceso tanto por carretera como por caminos, escondida sin embargo en una zona muy tranquila y alejada del bullicio de los paseantes. Alrededor de la casa encontramos infinidad de caminos para dar largos paseos por la zona tanto por sus característicos robledales o bosques de abedules, chopo y flora autóctona, como por zonas de pasto del abundante ganado vacuno autóctono, todo ello circundado por el alegre río Lozoya que tanta vida da al valle.
La vivienda, de 598 m2 construidos, se alza sobre una parcela de 5.140 m2 con piscina, zona de barbacoa, pista de tenis (en desuso), invernadero, huerto, zona arbolada con prunos, robles., zona ajardinada con riego automático e iluminación, y maravillosas vistas a todos los picos importantes de Peñalara. Toda la parcela está cercada con una valla de piedra de río característica de la zona.
El interior de la casa está construido en tres plantas, orientada al sur y pensada para albergar hasta unas 20 personas con su configuración actual. La primera planta está destinada a todas las zonas comunes, la segunda a los dormitorios y el sótano a bodega, servicio y sauna. En un pabellón exento se sitúan los garajes y dos talleres para maquinaria y utillaje.
Accedemos a la vivienda por el pequeño zaguán que nos introduce en el salón presidido por una gran chimenea de piedra con alfeizar de sillares de granito y dintel de madera. El suelo de baldosa exagonal de barro y los techos ornamentados con vigueta de madera tratada y entrevigado a la catalana. Desde el salón sale un tiro de escalera hacia el piso de arriba, por otro lado del salón otra escalera de acceso a sótano, salida al porche y al jardín y comunicación con el generosísimo comedor con amplio ventanal a sur, de ahí acceso a cocina y de nuevo desde el comedor acceso a una amplia sala de juegos con mesa de billar, chimenea de casette, grades ventanales y aseo de cortesía. Esta sala de juegos comunica también a través de una pequeña escalera con la planta de arriba, dando directamente al dormitorio principal.
La planta de arriba se distribuye en dos zonas separadas por un hall; a un lado tres dormitorios más el principal y un baño completo para esa zona, y al otro lado otras tres habitaciones y otro baño completo. En las habitaciones de los extremos hay sendas chimeneas, siendo una de ellas una preciosa salamandra antigua de hierro fundido y empuñadura de metal blanco, encastrada en un marco de pared de sillería de granito.
La planta de sótano alberga una amplia bodega con los mismos materiales y estilo que el resto de la casa y preparada para almacenar una gran cantidad de botellas. Asimismo encontramos en el sótano una sauna finlandesa para seis personas, en uso, y una ducha. Por último, una habitación de servicio.
El acceso a Rascafría desde Madrid se puede hacer desde la A1 carretera de Burgos accediendo por el valle del Lozoya; desde la A6 a través del pueblo de Navacerrada y el puerto de Cotos, o por la M607 carretera de Colmenar pasando por Miraflores de la Sierra y el puerto de la Morcuera. Todas las posibilidades nos conducen por preciosos parajes a menos de una hora de Madrid.
