Finca del siglo XIX ubicada en el pintoresco pueblo de Estellencs, una pequeña localidad con mucho encanto en plena Serra de Tramuntana, entre Andratx y Banyalbufar. Estellencs destaca por sus calles estrechas y edificios empedrados, y la mayoría de sus habitantes han vivido allí varias generaciones. La combinación de patrimonio y naturaleza convierten esta localidad en un lugar especial y es precisamente en las afueras de este paisaje idílico en el que se alza esta antigua finca restaurada en 1990.
Los casi 700m2 de construcción se distribuyen en numerosas estancias que conservan la esencia del carácter mallorquín y las características de una casa señorial única y llena de historia y tradición. Anchos muros de piedra, pavimentos de baldosa hidráulica, piedra natural en los suelos de algunas estancias, maderas de norte, barandillas de madera de olivo y un arco de piedra presidiendo la amplísima sala, son algunos de los elementos más especiales del interior de esta magnífica propiedad surcada por innumerables ventanas que permiten la entrada de la luz del sol y el disfrute de las magníficas vistas al mar, al entorno del valle y a la reserva natural del Galatzó.
La construcción rodea un gran patio central pavimentado con losa natural y en uno de sus laterales se encuentra un amplio porche ideal para celebraciones y en el que disfrutar de una maravillosa puesta de sol.
Los propietarios han conservado algunas de las joyas propias de las mejores fincas de Mallorca, la tradicional cocina original, el aljibe y la antigua tafona en la que se elaboraba el aceite, que harían las delicias de los buscadores de autenticidad y tradición.
En el terreno de 34.000m2 en el que se levanta esta propiedad, crecen numerosos naranjos, mandarinos, oliveras de diferentes variedades, vid, ciruelos, cerezos, caquis, kiwis, entre otros. La propiedad dispone el sello de agricultura ecológica, por lo que es una excelente oportunidad, tanto para disfrute propio de una gran familia que quiera volver a conectar con la naturaleza, como para crear un agroturismo con degustaciones de productos auténticos y ofrecer a los visitantes un pequeño respiro de la ajetreada vida de la ciudad proporcionando un lugar donde poder desconectar. La propiedad se haya ubicada dentro del itinerario de la ruta de la Pedra en Sec, un valor añadido para los huéspedes, en el caso de que sus nuevos propietarios decidieran destinarla a albergue o agroturismo. También podría dedicarse a restaurante temático o simplemente alquilarse para celebraciones especiales.
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