Masía de lujo en Orrius
En exclusiva, una gran masía de lujo de principios de 1950, de aire señorial y elegante, a la vez que acogedora y llena de vida.
El acceso a la propiedad con una parcela de 2.700 m2 se realiza por la puerta principal de entrada que nos adentra al jardín con sus zonas de barbacoa y por la entrada de vehículos, donde está la piscina con sus vestidores y baño, chill out, las caballerizas, una gran sala de juegos con jacuzzi, los porches para dejar los coches y la masía, con vistas despejadas a la Serralada Litoral y al pueblo de Orrius.
En la masia, en la planta baja nos recibe un espléndido recibidor. A mano izquierda, un despacho con su aseo de cortesía incluido. A mano derecha un acogedor salón comedor. Desde el comedor se accede a una cocina moderna, minimalista y completamente equipada, con grandes ventanales que dan al exterior, de la cual se tiene acceso al ascensor, al jardín, a un aseo de cortesía y a un lavadero.
Subimos a la planta superior por una escalera de mármol, donde adentra la luz por las vidrieras, nos encontramos con cuatro habitaciones, tres de ellas dobles, con sus armarios empotrados y una habitación individual, todas ellas comparten dos baños, uno con bañera y el otro con plato de ducha.
Accedemos a la buhardilla de la casa donde se encuentra la suite y en la que se aprecia un techo con estructura de madera reforzada.
Desde la entrada bajando las escaleras accedemos a la bodega y a la habitación de servicio con su baño.
La propiedad, ampliada en 1.993, dispone de caballerizas. En la planta superior, encontramos tres habitaciones suite, una habitación individual para el servicio, un baño y un lavadero.
Orrius es un pequeño pueblo de la comarca del Maresme, situado a 40 km. de Barcelona. Antiguamente formaba parte de los terrenos de los señores del castillo de Burriac. El pueblo está organizado alrededor de la iglesia de San Andrés, un edificio del siglo XVI de estilo gótico tardío. La localidad cuenta con un bosque en el que se encuentra el dolmen de Céllecs, un antiguo túmulo del final del Neolítico que tiene más de 4.000 años de antigüedad. En los años 1950, un anónimo escultor talló distintas rocas del bosque, creando la imagen de un elefante, de un moai y de un indio.
