Casa rural en venta en Garriga, La de 3 habitaciones con terraza

Castillo fortificado Can Rosanes del S. XII El Castillo de Rosanes de estilo gótico fue construido en el S. XII, fue considerado la "domus" más importante de la Garriga en la Edad Media. Con 764 m2 construidos, es una obra declarada bien cultural de interés nacional. Conserva una torre cuadrada, muros y parte de una torre redonda. Su estructura es de castillo antiguo, tiene un recinto amurallado de forma cuadrada, y se levantan unas torres de base circular. En el portal de la entrada, bajo la torre, todavía están los encajes de la puerta que se accionaba verticalmente y en la fachada hay un escudo esculpido en la piedra que contiene una media luna y una cruz de Malta. Al pasar la puerta se encuentra un patio, alrededor del cual se situaban todas las dependencias. Actualmente dispone de licencia, ya que hay un negocio de restauración. Destaca una gran torre de planta baja y tres pisos. En la planta baja, se encuentra la antigua bodega, por unas escaleras accedemos a la primera planta, donde se ubican una antigua cocina, gran salón con chimenea y salida a terraza con vistas a los campos de golf y un par de habitaciones. Las dos plantas superiores de amplios espacios, están totalmente para reformar. Paralelo al castillo se ubica una casa de huéspedes renovada actualmente con 3 dormitorios y 1 baño. Ésta propiedad se compone de 180.000m2 de terreno agrario y deportivo, de los cuáles 15,3 hectáreas son un campo de golf de 18 hoyos, actualmente está en funcionamiento. Ideal para inversores interesados en negocios de deporte y restauración. El Castillo Can Rosanes se encuentra en la población de La Garriga situada en el Vallés Oriental y a escasos 35km de Barcelona, con rápidos accesos a la N-II y AP7. Con servicios de tranporte de bus y RENFE, linia R3 que conecta en sentido Barcelona y Puigcerdà. Su emplazamiento ubicado en el lindar con el Parque Natural del Montseny, y la presencia de aguas termales la convirtieron en uno de los lugares de veraneo preferidos de la burguesía catalana de comienzos del siglo XX, hecho que propició la construcción de edificios modernistas en la población.