El conjunto arquitectónico se forma a partir de una masía inicial documentada el 1496, siglo XV, en ese momento pertenecía al núcleo de la Guardia, con diversas transformaciones en los siglos XVIII-XX.
Este edificio, residencia agrícola de los propietarios de la finca, se construyó siguiendo los modelos tradicionales de la época con una planta rectangular cubierta en dos aguas.
La organización interior se forma con una gran sala central en las dos plantas y las dependencias de cocina, despensa y bodega situadas lateralmente en este espacio central de la planta, desde el cual con una escalera interior se comunica con el primer piso que repite la distribución de la planta baja, colocando los dormitorios a ambos lados con ventanas abiertas en las dos fachadas norte y sur.
Este edificio inicial disponía de cubiertos para bodega, pajar, cuadras y el conjunto con una muralla que daba lugar a los patios interiores que todavía se conservan.
Dentro de este perímetro protegido se han construido, a lo largo del tiempo, varios cubiertos para bodega, lagares de vino, silos de cereales y almacénes varios dedicados a la actividad agraria.
La necesidad de acoger trabajadores, hace que se construyeran nuevas viviendas en el interior de este recinto amurallado, conformando un conjunto de casas con una última intervención de dos plantas de dos viviendas situadas en la fachada sudoeste de construcción "moderna".
En el mismo recinto encontramos una capilla de planta rectangular con una pequeña espadaña con advocación a San Isidro Labrador.
Los sistemas constructivos del conjunto de los edificios es de paredes maestras con piedra de la zona y con acabado enfoscado como protección exterior y enyesados en las estancias interiores. Los techos y tejados se forman con vigas de madera de pino de la zona y bovedillas formadas in situ con moldes o tarascas y yeso con una anchura de 60 cm.
Las cubiertas también con vigas de madera de la zona con un entramado de lates de madera y colocación de tejas tipo árabe montadas mayoritariamente con seco en salto de urraca. Sólo puntualmente han sustituido vigas originales de madera por vigas de hormigón.
En los edificios situados en el lado sudeste encontramos aleros con canales de recogida de aguas para la cisterna situada en el patio interior por el servicio de la casa.
En el lado de levante se encuentra la pequeña capilla de planta rectangular construïda también con paredes de piedra y cemento natural como el resto de edificaciones. La cubierta es a doble vertiente acabada con teja cerámica y aleros de cuatro espesores formados con piezas cerámicas de ladrillos y tejas recortadas.
Si estás Interesado no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
DESCRIPCIÓN:
Finca rústica, que según catastro tiene una superficie de 168,51 ha.
De esta superficie, 26'05 ha. son cultivos de secano, 0'62 ha. frutales de secano, 96'49 ha. son de bosque, 0'35 ha. viña de secano, 30'51 ha. de pasto y 14'48 ha. de suelos baldíos y matorrales.
En el interior de la finca, hay una masía de 1.220 m2 construidos destinados a vivienda. Consta de 2 apartamentos nuevos de 100 m2 cada uno, 3 apartamentos más antiguos y múltiples estancias.
NÚCLEO DE LA MASÍA:
Planta baja: 2 salas, cocina (antiguamente bodega), antigua cuadra y 1 baño.
Planta: acceso adaptado para personas con movilidad reducida, gran sala, 8 habitaciones, 2 baños, una cocina y 2 galerías.
Buhardilla con varios espacios para posible habitacions
Capilla, bodega, granero y un corral.
Dos apartamentos rehabilitados con unos 100m2 con comedor, cocina, 3 habitaciones y un baño cada uno,
LA BALMA DE CAN SOLÀ:
En la zona de la finca, concretamente en la Riera de Pierola, se encuentra una espectacular balma de grandes dimensiones que no deja de sorprender cuando llegas por primera vez.
Tiene una extensión de 3.150 m2 y longitudinalmente, circula un torrente de agua, que ha erosionado los estratos d.
