En el idílico enclave de Cabrera de Mar, se erige majestuosa una villa de estilo mediterráneo que vio la luz en el año 1990. Emplazada con gracia sobre una extensa parcela de 2.000 m², esta propiedad es convierte en un oasis de serenidad y sofisticación. Su ubicación en un terreno completamente plano no sólo asegura una total privacidad, sino que también regala vistas cautivadoras al Mar Mediterráneo, otorgando a sus residentes una conexión ininterrumpida con la belleza natural que les rodea.
Con una superficie construida de 300 m², la distribución de la villa se despliega armoniosamente en una planta principal y una cautivadora buhardilla. Al adentrarnos en la planta principal, nos recibe un espacioso salón iluminado por una acogedora chimenea, que se conecta de forma fluida con una terraza que se extiende hacia el exuberante jardín circundante. Aquí, la naturaleza y la arquitectura convergen en una simbiosis perfecta.
Además, la planta principal alberga un comedor independiente, bañado por la luz natural que filtra a través de generosos ventanales, así como una cocina cómoda y luminosa con una encantadora zona de desayuno. La distribución se completa con una suite que ofrece un remanso de lujo con su propio baño privado, así como dos dormitorios dobles, cada uno con su propio baño privado y una sauna relajante.
Ascendiendo a la segunda planta, nos esperan el desván, una zona que añade un toque de exclusividad. Aquí, una amplia suite se despliega con un salón privado y un vestuario, brindando un espacio íntimo con vistas excepcionales al mar, creando un entorno en el que la serenidad y el confort se encuentran en perfecta armonía.
El enclave exterior de la finca no decepciona, ofreciendo un jardín de 2.000 m² meticulosamente cuidado, adornado con una piscina que se convierte en un oasis de relajación y una zona de barbacoa que invita a la convivencia, todo ello con el telón de fondo de majestuosas vistas al mar. Además, la propiedad cuenta con un garaje con capacidad para dos vehículos y trastero.
Orientada hacia el sudeste, la villa se beneficia de amplios ventanales ubicados estratégicamente, inundando cada rincón con luz natural y destacando la belleza de sus espacios interiores. Un aspecto destacado es que todavía no se ha logrado el máximo permitido de construcción, brindando posibilidades para futuras adaptaciones y expansiones según las necesidades y deseos del nuevo propietario. En resumen, esta villa representa una oportunidad única para aquellos que buscan combinar lujo, comodidad y la inigualable experiencia de vivir en un entorno mediterráneo sublime.
