Impresionante masía catalana en entorno idílico.
Si te gustaría vivir en una finca tradicional catalana, una masía rodeada de naturaleza, pintorescas montañas, en un ambiente de completa paz y tranquilidad, entonces esta masía te sorprenderá.
Rodeada de arboles, como olivos, limoneros, mandarinos, almendros entre algunos árboles frutales, por la mañana podrás dar paseos por estos maravillosos bosques, respirando aroma de cedros y eucaliptos, y por la noche, toda la familia se podrá reunir en la sala de la chimenea con vistas a las majestuosas montañas del empordà.
A pesar de una cuidadosa restauración, la atmósfera de la antigüedad vive en cada habitación de esta singular vivienda: mampostería natural en paredes, techos con vigas de madera, detalles como las puertas arqueadas parecen trasladarnos a la época de Don Quijote. En una superficie de 600m2 incluye un elegante salón con chimenea, una isla de confort y paz con salida al jardín, acogedor comedor, 5 dormitorios, despacho-biblioteca apartado.
Todas las habitaciones están decoradas con un estilo elegante, dos de ellas son amplias máster suites con vestidor y baño, el resto con ducha y aseo propios.
La cocina, fabricada en Alemania, está totalmente equipada con electrodomésticos modernos y encaja perfectamente en el interior de una antigua mansión.
Los muros de piedra de la finca son garantía de frescor en los calurosos veranos, sin embargo se instaló aire acondicionado para mayor comodidad.
En el terreno adyacente de 12 hectáreas hay 2 pozos y un manantial con llave de agua. Junto a la gran piscina se encuentra un comedor de verano con barbacoa.
Cerca de la casa existe un estacionamiento para 10 plazas, y una nave para servicio con una superficie de 70 m2.
Inclusive si los propietarios quisieran construir un viñedo, un jardín ecológico o una pista de tenis o padel, habría espacio más que suficiente.
Muy cerca se encuentra un prestigioso club de golf con campos bien cuidados por los que Cataluña es tan famosa.
Gracias a su funcionalidad y excelente estado, la finca es adecuada no solo para la estancia durante todo el año, sino también para alquiler por semanas, lo que hace su propuesta de inversión única.
Platja d'Aro, es una localidad que nunca duerme en la Costa Brava, a 25 km de Girona, y a 65 km de la frontera francesa. Construida en los años 60 del siglo pasado, la ciudad rápidamente se convirtió en una residencia de verano de la aristocracia europea, y luego al principal centro comercial de la costa.
A diferencia de otras ciudades costeras, aquí se concentran las boutiques de la élite mundial, marcas y los más prestigiosos restaurantes.
También tiene un completo puerto deportivo para yates de hasta 25m de eslora, en resumen una localidad con público internacional y una larga franja de playas de arena fresca, aguas color esmeralda y calas solitarias, así como los bosques de pinos que rodean el complejo, hacen este lugar ideal para unas vacaciones más que agradables.