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En el corazón de la codiciada zona residencial de El Mirados en Sant Quirze del Vallès, se alza con majestuosidad una casa que trasciende la mera arquitectura para convertirse en un hogar impregnado de elegancia y calidez. Construida en el año 2001, esta morada de 321 m² ofrece mucho más que paredes y techos; es el escenario perfecto para una vida llena de comodidades y experiencias inolvidables.
Al adentrarse en la planta principal, un distribuidor cómodo y acogedor se convierte en el guía hacia el corazón de la casa: el salón comedor y la cocina. Estos espacios, más que compartimentos separados, son una danza de conexiones fluidas. El salón comedor, iluminado por una chimenea rústica, se abre a través de grandes ventanales hacia un jardín meticulosamente diseñado. Este rincón de la naturaleza se despliega en una terraza a pie del comedor, un extenso césped ideal para los juegos de los pequeños, una piscina privada que refleja el cielo, una barbacoa esperando historias compartidas y parterres que testimonian el cuidado dedicado.
La cocina, independiente y hogareña, no es solo un espacio culinario, sino un refugio funcional con una zona de trabajo bien diseñada y un acogedor espacio office. Su puerta se abre a una terraza donde los desayunos de fin de semana se transforman en momentos de serenidad.
La planta principal se completa con la primera habitación doble de la casa, impregnada de luz y tranquilidad, y un baño completo que sirve como testigo de la atención al detalle.
Al ascender a la planta noche, la suite se revela como un santuario privado con su propia terraza, ofreciendo vistas íntimas al jardín. Dos habitaciones dobles adicionales, cada una con armarios empotrados, comparten un segundo baño completo, creando un equilibrio perfecto entre privacidad y convivencia.
El último piso se despliega como un lienzo en blanco de posibilidades infinitas. Sea un despacho inspirador, una sala de juegos vibrante, una biblioteca serena o un taller de pintura lleno de creatividad, la luz que fluye a través de las dos terrazas y las dimensiones expansivas ofrecen un escenario para sueños realizados.
Esta casa no es solo una propiedad; es una experiencia, una narrativa esperando a ser escrita por aquellos que buscan un hogar donde la vida se despliegue en capítulos inolvidables.
