En el corazón del idílico concejo de Aller, donde la naturaleza abraza con sus brazos montañosos y el aire puro acaricia cada rincón, se alza este encantador piso presentado por REMAX VETUSTA, un refugio poético listo para ser llamado hogar.
Con 111 metros cuadrados útiles de vivienda, esta morada se erige como un oasis de espacio y confort, con una distribución cuidadosamente concebida que invita a la armonía y la comodidad. Cada metro cuadrado cuenta una historia, ofreciendo un lienzo amplio y versátil para que la vida se despliegue en su plenitud.
Una entrada acogedora da paso a un espacio que respira vida y renovación. Este santuario, parcialmente reformado, invita a la serenidad y a la calidez, con sus paredes que guardan historias y sus suelos que acogen cada paso con suavidad. Para aquellos que buscan un lugar donde los sueños se entrelazan con la realidad, este piso es la perfecta obra de arte habitable.
La cocina, con sus vistas rurales a las majestuosas montañas que custodian la región, se convierte en un lienzo de inspiración culinaria. Totalmente equipada, despierta la creatividad de quienes se aventuran a explorar el arte de la gastronomía, mientras que el salón, generoso en espacio y muebles, invita a la congregación y la contemplación.
Por otra parte, posee tres dormitorios, acogedores nidos que susurran sueños y cuentan secretos, son perfectos para albergar a amigos y familiares. La luminosidad que inunda cada rincón de esta morada crea una atmósfera cálida y reconfortante, donde la vida florece en cada detalle.
La terraza, un oasis al aire libre, ofrece un escape a un mundo exterior pintado con los colores de la calle y el horizonte. Un lugar para disfrutar de la luz del sol y contemplar las maravillas que la naturaleza ofrece.
Además, un trastero, tesoro escondido, permite guardar los tesoros de la vida, mientras que una plaza de garaje resguarda el vehículo con seguridad.
Por otro lado, podemos contar con una fantástica plaza de garaje para dejar nuestro vehículo al llegar del trabajo y estar a un giro de calle en el portal de nuestro hogar.
El entorno, más que un simple telón de fondo, es un elixir de posibilidades. Con medios de transporte accesibles como el bus y el tren, y supermercados que satisfacen las necesidades diarias, la vida en Aller se convierte en un poema de conveniencia.
Finalmente, destacando su proximidad a la estación de esquí en el puerto de San Isidro, este hogar no solo ofrece comodidad, sino también la puerta de entrada a aventuras invernales y paisajes nevados, añadiendo un toque mágico al lienzo de la vida diaria. En cada rincón, este piso canta la canción de un hogar, donde la poesía y la practicidad bailan en armonía. Ten en cuenta que esta zona está llena de rutas a pie para los que buscan su escapada a la madre naturaleza y esa paz que la misma nos aporta. ¿A qué esperas?
