Villa en alquiler vacacional en Cesuras de 3 habitaciones con terraza y piscina

Casa rústica reconstruida en 2015 sobre una antigua casa de aldea semi-derruida, respetando la arquitectura tradicional de la zona, con materiales naturales, predominando la piedra y la madera de castaño. Consta de una sola planta donde el espacio principal, el salón, conecta directamente con la finca a través de unas luminosas cristaleras que separan el interior de una hermosa terraza con pérgola de madera de castaño con cubierta de cristal. En el salón hay una chimenea de piedra dotada de una potente estufa de pellets que canaliza aire caliente por toda la casa, otorgándole un gran confort aún en las estaciones más frías. También se conservó en esta estancia el antiguo horno de leña de la vieja casa de aldea. Tiene tres habitaciones, la principal con cama doble de 1,50 m. y baño propio; una habitación triple, con literas de 90x190 cm. y una cama infantil de 70x140 cm.; y la tercera es una habitación doble con dos camas nido de 90x190 cm. Existe un segundo baño en el interior de la casa para uso habitual de estas habitaciones. El sofá del salón también es una cómoda cama de 1,50, muchas veces utilizada por aquello de dormir junto al fuego de la chimenea. La cocina decorada en estilo rústico acorde con la casa, es independiente y está dotada con todos los electrodomésticos. La finca, toda cerrada, tiene una zona interior de aparcamiento, junto a la casa y una gran pradera de hierba cortada con regularidad, por la que se reparten en distintas zonas árboles autóctonos (castaños, robles, loureiros, ameneiros..), abedules, sauces llorones y algunos frutales (limonero, cerezo, ciruelo, kiwis ..) En verano instalamos una piscina de 4,88 metros de diámetro y unos 20.000 litros de capacidad, con sistema de depuración y mantenimiento, con la que disfrutan los pequeños y también los menos pequeños.. Contamos dentro de la finca, junto a la casa, con un cenador-alpendre restaurado también en piedra y madera de castaño, en el que hay un baño con ducha incluida, que resulta muy cómodo cuando se hace la vida en el exterior. Cuenta también con fregadero con agua caliente, lo que facilita utilizarlo para comidas, desayunos, cenas.., disfrutando del aire libre. Podrá elegir dónde comer o descansar: bajo la pérgola cubierta de cristal de la terraza, en el alpendre de piedra, en la mesa exterior bajo la sombra de los kiwis y los robles o en la pequeña mesa de madera que puede colocar en cualquiera de los rincones de la finca, disfrutando de vistas y un aire fresco con el olor de los bosques colindantes. Muy recomendables las siestas en la hamaca instalada entre los carballos (robles), con el único sonido de los árboles mecidos por el viento y los pájaros. En las proximidades dispone de múltiples posibilidades para practicar senderismo, caminando o montando en bici. También existe la posibilidad de contratar por la zona paseos a caballo. Por la proximidad de los ríos Mandeo y Mendo, los aficionados a la pesca podrán también disfrutar de este deporte, siempre que haya gestionado previamente los permisos y licencias correspondientes. Sirva como ejemplo de excursión, dentro del municipio, la que se puede hacer a las Fervenzas de A Rexidoira, donde contemplará saltos de agua y pequeñas cascadas de gran belleza. O la ruta de los Muiños de Vilasantar. También podrá recorrer y visitar las innumerables ermitas y pequeñas iglesias de la zona. Y durante la época de las fiestas patronales (verano) disfrutar de las romerías y verbenas de las aldeas próximas, por no hablar de las fiestas de las localidades mayores, en julio en Santiago, y en agosto en La Coruña y Betanzos, en esta última con su célebre fiesta de Os Caneiros y del Globo de Betanzos. Destacar también la Feria Medieval (julio), la Fiesta del Vino (mayo) o la Fiesta de la Tortilla de Betanzos, famosa por su textura característica. La casa está situada en una finca de unos 3000 metros cuadrados, cerca de un pequeño riachuelo en el que desemboca un regato que nace en la misma finca y que la bordea. Está rodeada de bosques y praderas, con bonitas vistas al valle en el que se encuentra. Gozando de una gran privacidad, con una calma y un silencio envidiable, en plena naturaleza, pero al mismo tiempo sin estar aislada: además de los vecinos del lugar, cuenta también muy próximos (a 400 metros), en el núcleo de Rilo (Santaia de Probaos), dos restaurantes, un pequeño supermercado, un sencillo parque infantil y pistas multi-deporte de uso público. A dos km., en Borrifans, está la piscina municipal que podrán usar, ubicada en un entorno natural privilegiado, con zona de picnic y barbacoas, que no tiene un uso masificado. Podrá disfrutar de la tranquilidad del campo a tan solo media hora de La Coruña o Santiago y a 20 minutos de Betanzos, por lo que las posibilidades de excursiones tanto a playas, como a las ciudades o el interior son innumerables. Conectando a través de la A9 y la A6 con toda Galicia.