Una gran parte de las viviendas actuales en España son antiguas. Esto quiere decir que su eficiencia energética es prácticamente nula, con lo que puede dañar a nuestra salud y a la de la atmósfera. Afortunadamente, cada vez hay más conciencia sobre cómo mejorar la vivienda en pro de la salud.

Según la OMS, se define como vivienda saludable a aquel espacio residencial que promueve la salud de sus ocupantes, un refugio que sustente un estado de bienestar físico, mental y social. Se trata, por tanto, de hogares con una buena construcción y materiales, y con elementos que inciden de forma positiva en la salud, como las buenas condiciones lumínicas, espacios exteriores y al aire libre o la cercanía a zonas verdes.

UCI explica que nuestros hogares son la tercera causa de emisiones nocivas al medio ambiente. Así, y fruto de este parque antiguo y desfasado de viviendas en el país, sólo un 5% de inmuebles son eficientes energéticamente. Son los que consumen la energía que realmente necesitan, sin derroche por mal acondicionamiento o malas prácticas, y con uso de fuentes de energía limpias y no contaminantes.

Casi la mitad de los españoles invertiría para mejorar su vivienda

En este sentido, casi la mitad de los propietarios en España invertiría en su vivienda para que fuera más saludable. Según una encuesta de UCI, un 23% entre 5.000-10.000 euros y un 24% estaría dispuesto al desembolso de entre 10.000-50.000 euros; mientras que un 21% se mudaría a otra vivienda en busca de estas características.

Aumenta la conciencia por mejorar la vivienda en pro de la salud y el medio ambiente

Las inversiones se centrarían en reformar para el aislamiento de suelos, paredes, techos y ventanas; además de la sustitución de sistemas tradicionales de calefacción por otros más limpios y eficientes, y sobre la instalación de placas solares para el autoconsumo energético y de sistemas domóticos.

La mitad de las viviendas tiene un aislamiento térmico deficiente

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también da a más datos y advierte que el 50% de las viviendas españolas son anteriores a 1980 y, por lo tanto, su construcción no estuvo sujeta a ningún Código Técnico de Edificación que obligara a poner unos espesores mínimos de material aislante en techos, paredes y ventanas. Así, y salvo que se hubieran reformado luego, sus aislamientos térmicos son deficientes.

¿Qué hacer para mejorar la salud de nuestras viviendas?

Autoconsumo energético

El informe de UCI aconseja optar por fuentes renovables para el consumo energético porque reduce la dependencia de fuentes contaminantes y caras. La opción más habitual es instalar placas solares. Mientras que están las fotovoltaicas, que permiten la generación de electricidad, y las térmicas, usadas para la generación de agua caliente, que supone el 26% del gasto doméstico.

Mejorar el aislamiento

En las viviendas antiguas, es recomendable mejorar el aislamiento en casas con problemas de humedades en las paredes, condensaciones en las ventanas o con etiqueta energética D o E, especialmente si están ubicadas en una zona climática fría, según indican desde la OCU.

Aumenta la conciencia por mejorar la vivienda en pro de la salud y el medio ambiente

Los costes del aislamiento siempre acaban amortizándose, sobre todo en una zona fría. El plazo depende básicamente del tipo y el importe de la subvención, que oscila entre el 30% y el 80%: hay subvenciones directas a las obras de aislamiento (Real Decreto 835/2021), subvenciones para rehabilitar viviendas en poblaciones en “reto demográfico” (Plan Pree 5.000) y deducciones fiscales para la inversión en la rehabilitación de la vivienda habitual.

Control del agua

Lo ideal es utilizar grifos eficientes mediante reductores de caudal y monomandos y apostar por el lavavajillas en lugar de lavar a mano porque el uso continuado del grifo genera un 40% más de gasto en agua.

Mejoras en la iluminación

En UCI también apuntan que muchos problemas se pueden solventar si aprovechamos al máximo las horas de luz natural, utilizamos bombillas LED y evitamos tener varios focos de luz en una misma estancia si no son estrictamente necesarios.

Cambio de los sistemas de calefacción de energías no renovables

Se aconseja que estos sistemas sean cambiados por otros menos contaminantes como la aerotermia, que es la bomba de calor que utiliza aire y depende de las condiciones climáticas exteriores. O la geotermia, la bomba de calor de agua que viene del interior del subsuelo. Además de poder incluir el suelo radiante, un sistema de calefacción integrado en el suelo que funciona con aerotermia o geotermia, con una temperatura de impulsión de agua muy baja (30-45ºC) con respecto a los sistemas tradicionales de radiadores (70-75ºC).

Aumenta la conciencia por mejorar la vivienda en pro de la salud y el medio ambiente

Ejemplos: illa eficient

Como ejemplos a este tipo de edificios eficientes destaca la primera manzana de eco viviendas, Illa eficiente, situada en el barrio del Eixample de Barcelona, y compuesta por una veintena de bloques residenciales.

Su principal mejora energética es la menor dependencia de fuentes de energía contaminantes, al combinar placas solares de autoconsumo con sistemas de aerotermia, además de haber mejorado el aislamiento térmico y reformado las ventanas.

Estas reformas que han permitido una mejora energética del 40%. La financiación ha corrido a cargo de las Administraciones Públicas (Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento), junto con el complemento de capital privado de créditos.com.