Dime cómo vives y te diré cómo eres. Esta máxima seguro que se la apropian muchos interioristas y decoradores en España. Nuestro hogar nos representa, habla de nosotros, es un fiel reflejo de nuestra personalidad.  Cada hombre y mujer (bueno, no nos engañemos, esto interesa más a las mujeres) decora su casa a su gusto. Pero, ¿los españoles tenemos buen gusto a la hora de decorar o a la hora de hacer una reforma i rediseñar los espacios? La respuesta es absolutamente ambigua. Para algunos no estamos precisamente doctorados en la escuela del buen gusto, pero para otros, cada vez nos preocupamos más por estas cosas y nos dejamos aconsejar por profesionales del sector: interioristas y diseñadores. Eso sí, tal como dijo Billy Baldwin, decorador americano de referencia, “toda americana lleva dentro una decoradora”. Y en España no somos menos, cada uno tiene un interiorista o decorador en ciernes, pero algunos saben educarlo más que otros.

Pero, ¿cuál es el estado del sector del interiorismo y la decoración en nuestro país? Hablamos con tres estudios de diseño e interiorismo que son referentes en nuestro país para conocer de primera mano como trabaja un interiorista. Meritxell Ribé, diseñadora catalana quien al cargo de The Room Studio, junto con Josep Puigdomènech, lleva 15 años reformando espacios y para ello cuenta con “un equipo multidisciplinar de profesionales cualificados que hacen realidad los sueños de nuestros clientes. Materializamos cada uno de los trabajos desde un proyecto completo hasta una ejecución íntegra y a medida”. Con más carrera y reconocimiento nacional e internacional, Diego Rodríguez es sin duda una de las figuras más importante de la arquitectura de interiores nacional. Sus proyectos realizados a través de Concepto DR buscan siempre la singularidad “no repetimos conceptos y aportamos nuestro diseño en mobiliario, consiguiendo que sean piezas únicas”. Finalmente, Blanca Fabré, quien, siendo aún joven y junto con Alejandro Fauquié, es una referencia en el sector, tanto a nivel nacional como internacional. “Mi objetivo es crear espacios que aún se considerarán actuales dentro de treinta años a partir de hoy”.

Espacio diseñado por Concepto DR, estudio de Diego Rodríguez

Interiorismo vs decoración

«Entre un interiorista y un decorador ha de haber una comunicación horizontal»

Cualquier proyecto de reforma de una casa, oficina o espacio comercial necesita primero la aportación del interiorista y luego del decorador, pero ambas figuras no pueden (o no deberían) trabajar separadas. El entendimiento entre ambos debe ser básico para que el proyecto se pueda cumplir según las indicaciones del cliente. “Uno aborda la obra integral de un espacio y otro se limita a decorar el espacio existente” resume a la perfección Diego Rodríguez. Pero, aunque las tareas sean distintas, deben estar alineados, pues la decoración depende del diseño del espacio. “Entre un interiorista y un decorador ha de haber una comunicación horizontal, ya que el decorador ha de saber cómo es el espacio, que materiales están definidos, etc. Una vez claro, se podrá vestir el espacio y reorganizarlo consiguiendo un mismo diálogo” explica Meritxell Ribé. Así pues, si tengo un sofá redondo, mejor que haya una pared ovalada donde podrá integrarse mucho mejor. Cabe decir que en muchos casos la figura del interiorista es la misma que el decorador o que en el mismo estudio trabajan ambos profesionales.

Lo que sí que hay que remarcar es que tanto interioristas como decoradores ponen al cliente en el centro. Blanca Fabré lo deja muy claro, “pensamos que la misión de un interiorista es que el cliente viva en la casa donde realmente quiere vivir, nosotros nos ponemos a su servicio para conseguir la mejor versión del entorno que desean”. De esta manera antes de empezar ningún proyecto los estudios deben informarse bien de las exigencias del cliente. Pero cada cliente es un mundo y hay quienes tendrán más o menos idea de lo que buscan realmente. Por eso es importante que el interiorista capte bien el gusto, la personalidad del cliente. “Para trabajar un espacio correctamente, debemos recabar información sobre la persona que va a habitar ese espacio, para poder realizar un proyecto que se ajuste a sus necesidades” comenta Diego Rodríguez. Blanca Fabré habla de “captar su psicología” y eso sólo se consigue con “largas conversaciones” para saber exactamente hacia donde tienen que ir el proyecto. Luego “se les presenta el proyecto de obra, distribución y materiales que corregimos conjuntamente con el cliente, una vez pasada esa fase nos adentramos en la decoración mientras hacemos el seguimiento de toda la obra”. Estos son los pasos que se debe seguir en todo proyecto según Fabré. Ribé, por su parte, incide también en que en la fase inicial de cualquier proyecto habrá que tener en cuenta “tanto las características del espacio, distribución, situación de las ventanas y puertas, entre otros. Tener conocimiento de todos los elementos que pueden condicionar el espacio” para luego “pensar en una nueva distribución para aprovechar al máximo el espacio”.

Estética vs funcionalidad

Espacio diseñado por el estudio de Meritxell Ribé

Lo bonito debe ser cómodo o nunca será percibido como algo agradable. Así si el interiorista y el decorador van de la mano, deben tener claro que la estética de un espacio debe responder no solo a unos cánones de belleza sino también de confort y practicidad. Para el estudio Fabré Fauquié “no tiene ningún sentido crear algo estéticamente impresionante pero que no cumpla con la funcionalidad”. “La una no debe existir sin la otra” sintetiza Diego Rodríguez, cuyos proyectos son ejemplos de cómo se armoniza el confort con la singularidad estética. Igual que el estudio de Meritxell Ribé quienes piensan siempre en “encontrar el equilibrio de todo para poder llegar a una armonía”.

Precisamente este despacho de interioristas son unos de los que más apuestan por la integración de la domótica en sus proyectos. Las Smart home ya están aquí y los diseñadores deben tenerlo en cuenta a la hora de plantear la distribución de espacios, los materiales y las distintas instalaciones. La relación de la tecnología con el sector, pero es desigual, y aunque la mayoría aceptan el reto, algunos marcan un cierto distanciamiento. Blanca Fabré está convencida que la domótica puede hacerte la vida más cómoda “pero hay que tener cuidado y no pasarse ya que puede suponer un problema a la hora de que algo no funcione y se tenga que reparar”.  La adaptación del interiorismo a la Smart Home debe “hacerse con sentido común” para que sea un buen recurso concluye la diseñadora de interiores. Al otro lado está Meritxell Ribé que abraza de lleno la domótica y la integra en todos sus proyectos. De hecho, es una marca distintiva y diferencial del estudio. “Apostamos por que la mejor tecnología es aquella que no se ve y la que interactúa con el usuario con facilidad, haciendo que la experiencia de vivir en un espacio sea mucho más confortable”. La clave para Ribé y sus compañeros está en fusionar “el interiorismo con la domótica sin perder la sensibilidad de un buen interiorismo consiguiendo el máximo bienestar”. De igual manera opina Diego Rodríguez que incide además en que la domótica aporta “herramientas imprescindibles en estos momentos” y que, además, no solo aportan confort y bienestar, sino “que son respetuosos con el medio ambiente”.

Espacio diseñado por el estudio Fabré Fauquié

Reconocimiento del interiorismo en España

«En los últimos años, la demanda de los interioristas españoles fuera de nuestro mercado es impresionante»

Volviendo al inicio del artículo, concluimos que en España cada vez hay más gente interesada en reformar sus hogares, en buscar el asesoramiento de un interiorista y un decorador, pero aún estamos lejos de la actividad que se da en otros países europeos o Estados Unidos. Pero cada vez hay más profesionales del sector que desde nuestro país se encargan de proyectos a nivel internacional. “En los últimos años, la demanda de los interioristas españoles fuera de nuestro mercado es impresionante” señala Diego Rodríguez. De igual manera opina Ribé quien remarca la personalidad de cada diseñador. “Los interioristas nacionales a nivel mundial, aportan ese toque y enfoque mediterráneo y cálido que nos identifica”. Por su parte Blanca Fabré se lamenta de que España continúe en la cola y alerta de que en ciudades como París o en América ya están acostumbrados a contratar este tipo de servicios. Aun así” en España hoy en día hay grandísimos profesionales y a nivel mundial contamos con los mejores oficios artesanos” concluye Fabré desde su estudio Fabré Fauquié.