Saber cuánto consume cada electrodoméstico que tenemos en nuestro hogar nos va a ayudar a hacer un consumo de energía más responsable y a ahorrar dinero en la factura de la luz. Sabemos que, aunque en estos últimos meses, la factura de la luz se ha reducido, va a seguir subiendo. Analizamos el consumo de la nevera.

¿Cuántos kWh consume una nevera al mes?

En general, el consumo de los electrodomésticos supone el 55% de la energía eléctrica que se gasta en un hogar, según la OCU. Ahora bien, hay algunos que gastan más que otros y por esto debemos tener en cuenta la reducción de su consumo.

Es más, el IDAE señala que, dentro del consumo de energía en el hogar, el debido a electrodomésticos e iluminación es el que más sube y alcanza un 24% del consumo energético total del hogar, siendo exclusivamente eléctrico.

De hecho, el frigorífico es uno de los electrodomésticos que más energía gasta en casa especialmente porque está encendido 24 horas. En general, es una media de 662 kWh al año y puede suponer una factura de 199 euros al año si tienes la tarifa PVPC.

Los cálculos de la OCU por cada uso son: el modelo más eficiente, 345 Wh, y la media de todos los modelos que ha testado tiene un gasto de 675 Wh, mientras que, al mes, el modelo más eficiente es de 10.350 Wh y la media del test es de 20.250 Wh.

¿Cuánto consume un frigorífico de bajo consumo?

Cuando hablamos de electrodomésticos de bajo consumo nos referimos a los clasificados bajo la etiqueta energética A – C. y estos tipos permiten reducir el consumo en casa con el consecuente ahorro energético.

Recientemente, se unificaron las etiquetas energéticas de los electrodomésticos, que han vuelto a la clasificación de A a G. Los electrodomésticos más eficientes (que hasta ahora pertenecían a la clase A+++) quedan asignados como mucho a la clase B, para dejar un espacio de mejora a la eficiencia energética de los nuevos productos. La clase A, la más eficiente, ha quedado inicialmente desierta.

El IDAE da a conocer que, si compramos un frigorífico de clase C, el consumo de energía durante 15 años será de 8.130 kWh (813 €). Si sustituimos este frigorífico por uno de clase A, el ahorro durante 15 años será de 271€. Si lo sustituimos por uno de clase A++, el ahorro para el mismo periodo será de 517 €.

Cómo ahorrar en el consumo de la nevera

Para poder gastar menos energía, hay determinados gestos diarios que podemos hacer. Estos son algunos de los más destacados:

Cerrar la puerta del frigorífico

Muchas personas no saben que, cuanto más tiempo esté la puerta abierta de la nevera, peor, más se gasta, y entonces sube la temperatura interior. Así que si no es necesario, lo ideal es que se cierre.

Desenchufar si vamos a estar tiempo fuera de casa

Si prevemos que nos vamos de vacaciones o estaremos un tiempo destacable fuera de casa, entonces es mejor sacar los alimentos, dejarlo vacío y desenchufarlo. Así gastará menos en este tiempo en el que no estaremos.

Al colocar los alimentos en la nevera

Según la OCU es otra forma de ahorrar. Aconsejan aprovechar al máximo el volumen de tu nevera, pero sin llegar a comprimir los alimentos. Y usar  de la manera adecuada los distintos compartimentos del frigorífico: por ejemplo, recuerda reservar los cajones especiales de 0 grados (freezer) para los alimentos que más frío necesitan, como el pescado o la carne fresca.

Cuánto consume una nevera: descubre cómo gastar menos con ella

No abrir la nevera muchas veces

Evita abrir muchas veces la nevera y pensar qué buscamos antes de abrir la puerta. Estar constantemente abriendo y cerrando la puerta aumenta el consumo de luz.

Adaptar la temperatura

Para ahorrar luz con la nevera es importante mantener una temperatura adecuada según la que haya en el exterior, evitando utilizar temperaturas excesivamente bajas.

Instalarlo en un buen lugar

Se aconseja no instalar la nevera cerca de una fuente de calor (radiador, horno, cocina eléctrica) o en un lugar soleado. Gastaría una cantidad mayor de energía para mantener la temperatura adecuada en el interior.

No meter comida caliente

Es necesario evitar meter comida caliente en la nevera y, desde luego, en el congelador.