Si vas a comprarte una casa piensa bien dónde quieres vivir, como quieras que sea, ¿obra nueva o usada? La obra nueva te obliga en la mayoría de veces a irte alejado de un núcleo urbano, de la ciudad. Y puede ser que el tipo de casa en venta no llegue para tu bolsillo. Y si es sobre plano, el proceso se puede alargar mucho. Así pues, si tu opción final es irte a una vivienda de segunda mano, seguramente tendrás más posibilidades de encontrar el piso que quieres y dónde quieres. Hay un inconveniente, pero. Comprar una casa de segunda mano seguramente te va a obligar a hacer reformas. Eso significará que deberás invertir más dinero y que tu entrada en el piso se retrasará un poco. Pero como todo depende del punto de vista con el que se vean las cosas, te decimos que hacer reformas en tu casa no es un gasto sino una inversión no sólo para vivir con comodidad sino para en el futuro poder revalorizar tu vivienda si decides venderla.

Informe de Andimac sobre reformas

Según un informe de la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac) este año las familias se están gastando un total de 17.517 millones de euros en reformas. El gasto medio por vivienda podría ascender hasta los 713 euros. Y como además el Plan Estatal de Vivienda contempla ayudas para las obras en el interior de los inmuebles muchas familias deciden invertir en su casa. Se estima que hasta 1’6 millones de viviendas este año vayan a darle unos retoques a su vivienda. Cabe destacar que muchas reformas que se dan son para pisos en alquiler. El uso turístico y la poca predisposición de los jóvenes a la compra son sin duda los motivos principales. Pero a pesar de todo, siete de cada diez pisos que se venden han pasado por reformas.

En el mismo informe de Andimac, avisan de que una vivienda convenientemente reformada puede revalorizarse hasta un 30%. La reforma eléctrica de una casa no sólo repercutirá en la factura energética del hogar, sino que supondrá una inversión para una futura venta. Al contrario, si vives en una vivienda antigua y no le limpias la cara, no arreglas los desperfectos y las instalaciones, puede llegar a perder el 25 % de su valor.

De esta forma, comprar una vivienda de segunda mano te saldrá más barato pues ganas valor invirtiendo en el piso. Un piso reformado si está bien ubicado y adaptado a tus necesidades es un bombón para el mercado inmobiliario. Y, además, en términos fiscales, a la hora de pagar impuestos sale más barato comprar una vivienda usada que no de obra nueva. Si compras obra nueva te aplicarán el 10% de IVA y si es de segunda mano, te aplicarán entre el 6 y el 10% según el baremo de tu Comunidad Autónoma.