Antigua construcción militar de origen bajomedieval de estilo gótico reconvertida en casa palaciega rural renacentista en el siglo XVI, y rehabilitada integralmente por su propietario actual respetando y poniendo en valor la edificación centenaria con aportación de materiales de gran valor histórico artístico.
La edificación se asienta sobre los muros de piedra originales de la torre, de gran espesor, en la que se han respetado y rehabilitado tanto la estructura de grandes vigas de madera como algunos elementos singulares de carpintería que pudieron ser aprovechados, como la puerta principal de acceso bajo el arco de medio punto.
La reforma se ejecutó para dar forma a una residencia con todas las comodidades, "huyendo de una estética impostada y rígida", en palabras del propietario. El proyecto, firmado por el arquitecto E. José Orruela Castillo, conservó los muros de piedra de un metro de espesor, la estructura de imponentes vigas de madera y parte del suelo de grandes losas, renovándose por completo las carpinterías, cubierta e instalaciones de electricidad, fontanería y saneamiento. Participaron en su ejecución los mejores profesionales en cada oficio, como expertos herreros en forja antigua o restauradores de lámparas. Se aportaron al edificio gran cantidad de elementos singulares traídos de todo el mundo, como la madera proveniente de Brasil, la embocadura de la chimenea comprada en un anticuario de Edimburgo o las impresionantes estufas realizadas por artesanos de Florencia.
El amplio jardín con árboles frutales se cuida con esmero, diversas especies de helechos y setos de hortensias rodean la casa.
535 m2 construidos en 5 plantas con ascensor sobre parcela de 4.781 m2, según ficha catastral. Cuenta con 4 habitaciones, la principal en suite, 3 cuartos de baño, cocina, salón principal, diversas salas de estar y observatorio en el ático bajo un lucernario del siglo XIX. Cuarto de calderas en edificación exterior. La vivienda cuenta con suministro de gas ciudad y dos calderas para calefacción, así como pozo de agua y conexión a la red de alcantarillado.
La construcción original es conocida como la Torre de Riva Herrera, o Torre de Gajano, y ha sido declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1992.
Situada en la Marina de Cudeyo, junto a la bahía de Santander, a 5 minutos del campo de golf de Pedreña; a 15 minutos del aeropuerto de Santander y del centro de la ciudad.