Bienvenido a esta hermosa y antigua casa de campo andaluza en la aldea de Llano Almendra en Comares, rodeada de vistas a la montaña que ofrecen protección contra los raros días ventosos de invierno, convirtiéndola en un lugar apartado y soleado. Esta casa orientada al sur, totalmente vallada y cerrada, es una de las casas más antiguas de la zona (unos 300 años de antigüedad), escondida a lo largo de un pequeño camino que conduce desde el borde del pueblo hasta un cauce seco en verano y utilizado por el pastor local para pasear a sus cabras. Esta propiedad con carácter tiene vistas a fantásticos campos de naranjos y limoneros, y está salpicada de aguacateros. El aroma cítrico del huerto forma parte del encanto de alojarse en la mansión.
Utilizada durante muchos años como vivienda familiar, ha sido restaurada y actualizada con simpatía conservando su encanto y carácter originales.
Esta antigua y encantadora finca ofrece una experiencia única a quienes buscan tranquilidad y autenticidad.
Una vez atravesada la verja de entrada a la finca, se sentirá transportado a otro mundo. Antiguamente, la finca se utilizaba para albergar animales, almacenar aceitunas y heno y servir de refugio a los granjeros y sus familias. Al entrar, se atraviesa la terraza cubierta y ventilada y se disfruta de la vista de la piscina a la derecha. Es un lugar ideal para relajarse.
También hay una fantástica barbacoa en la espaciosa terraza cubierta, donde puedes escuchar las campanas de las cabras al atardecer y, si eres lo suficientemente rápido, caminar hasta el cauce del río, donde puedes vislumbrar a los rebaños de cabras en su paseo vespertino. Es algo mágico.
La belleza de esta finca es su ubicación rural y todo lo que ello conlleva, pero al mismo tiempo su fácil acceso a estupendos pueblos y paisajes locales. Los lugareños de los pueblos de los alrededores son muy acogedores y estarán encantados si puedes (¡o lo intentas!) hablar un poco de español.
Además de la casa principal, también hay tres casas independientes. La primera ofrece una acogedora casita de un dormitorio, con baño privado y cocina bien equipada. La segunda propiedad es más espaciosa, con tres dormitorios, un cuarto de baño, una sala de estar/comedor y una cocina totalmente equipada.
La tercera propiedad en este nivel es la casa principal con una terraza totalmente cubierta, que no sólo proporciona sombra muy necesaria, pero también es ideal para sentarse al aire libre o cenar en los días de lluvia raras. Esta zona cuenta con un amplio espacio para sentarse y comer, ideal para grandes fiestas. Desde aquí se entra en la casa de campo donde se entra directamente en la cocina, que es el corazón de la casa con su doble fregadero Belfast, cocina con horno doble, lavavajillas, nevera-congelador, microondas y estufa de leña. Hay otras dos habitaciones separadas directamente de la cocina. A pocos pasos de la cocina es el cuarto de baño grande, que solía ser el cobertizo de cabras. Tiene bañera, inodoro, bidé, lavabo y ducha separada. Un tramo de escaleras hacia arriba es un dormitorio doble, originalmente el antiguo pajar. A continuación, la escalera de caracol conduce desde un pequeño rellano a otra sala de estar. Desde aquí se accede al dormitorio principal, muy espacioso, con vestidor y cuarto de baño privado con ducha sobre la bañera, bidé, lavabo e inodoro. Este dormitorio tiene puertas francesas que dan a una gran terraza termal privada, parcialmente sombreada.
En el exterior, unos escalones a la derecha conducen a otra propiedad, justo al lado de otra gran terraza, que actualmente se utiliza como almacén, pero que sería ideal para convertirla en otra casita.
Por último, al final de las terrazas, a la que se accede a través de una puerta y unos escalones, hay una casa independiente con dos dormitorios, un baño, una cocina/comedor y un gran salón con estufa de leña, con una zo.
