Fantástica propiedad totalmente acondicionada y en perfecto estado, típica vivienda rural gallega de piedra construida en el año 1890 que consta de 261 m2 construidos. Declarada vivienda turística vacacional en el año 2010 y en actualmente en pleno funcionamiento. En la planta baja dispone de una cocina típicamente gallega, con su lareira y fogón de leña, además de un salón comedor que nos trasladará al siglo XIX, con sus bellísimos muebles de época y su relajado ambiente, donde se podrá estar a la lumbre del fogón. Si queremos hacer una fiesta gallega, con queimada incluida, disponemos de otro amplio salón-comedor que dispone entre otras cosas, de un clásico horno gallego, donde podremos hacer cualquier tipo de asado o una barbacoa. En la planta superior de la casa, tenemos una sala de estar y lectura, donde podemos acceder al gran balcón desde donde podemos observar el bellísimo entorno que nos rodea, en donde nuestra vista, se deleitará con el impresionante colorido natural. En esta misma planta están las tres habitaciones dobles que la casa posee y su amplio baño, y la suite, con sus impresionantes muebles de caoba tallados. En el exterior dispone de unos amplios jardines, así como un cenador exterior para acomodar a 12 personas con barbacoa, varias fuentes, un precioso y típico crucero de arte y arquitectura popular, así como de una piscina, donde, si nos apetece, podremos darnos un baño o simplemente relajarnos con el entorno. Posee zona de aparcamiento en superficie para varios vehículos y calefacción central.
Casa da turismo rural ubicada en una bonita aldea próxima a la ciudad de Santiago de Compostela. Su estratégica situación, permite sin dejar de estar en lo más profundo del rural gallego, estar a 15 minutos en coche de la ciudad del Apóstol, Santiago de Compostela, y a 15 minutos de las playas de la preciosa ría de Noia-Muros. En el entorno rural en que se ubica, se puede observar y también participar en la vida cotidiana de la gente del lugar, donde se puede apreciar, aún hoy en día, una economía rural, donde la gente cuida sus pequeños rebaños de ovejas, vacas, terneros, gallinas y todo tipo de animales para su autoconsumo, como se hacía hace más de 100 años. Si nos apetece también podremos pasear por la orilla del pequeño río de montaña que rodea la aldea, o darnos una caminata deleitándonos del entorno, por los numerosos caminos que tenemos a nuestro alrededor.
