La casa energéticamente autónoma, elevada a tres metros por cerchas de acero, está situada en un huerto de higos de 30.000 m². Las grandes ventanas correderas del suelo al techo en todas las direcciones crean la sensación de flotar sobre el paisaje.
El concepto de la casa, ganadora de un reconocido premio de arquitectura, está diseñado para la luminosidad y la cercanía a la naturaleza en todo momento. Un eje visual de cuarenta metros de largo recorre todo el interior y sólo se interrumpe con paredes móviles cuando se desea. A pesar del concepto básico completamente abierto, los ángulos de la estructura del edificio crean una división natural del espacio.
En el centro se encuentra una acogedora zona de estar, a la que está conectada la amplia cocina comedor. En los extremos hay habitaciones de 60 m² y 40 m² y zonas privadas. Como alternativa a la planta abierta, se puede crear una disposición de habitaciones fijas con hasta cuatro dormitorios y cuatro baños, tres de ellos en suite, con poco esfuerzo estructural. Ya existe un concepto de construcción y los requisitos estructurales previos, como las tuberías sanitarias. La superficie habitable total de la primera planta es de 300 m².
La conexión entre el espacio interior y el exterior se crea de forma fluida a través de las grandes puertas correderas de cristal y los balcones circundantes que dan a una pequeña terraza en la azotea y a la planta baja. Aquí, al este, hay un estudio de 70 m² con ventanas de cristal pivotantes, y al oeste, una zona de taller abierta con una pequeña piscina de piedra a la sombra para refrescarse en los calurosos días de verano.
En verano, la casa está climatizada por corrientes de aire refrigerante y en invierno, debido a la orientación suroeste, por el aprovechamiento óptimo de la cálida radiación solar. En los días muy fríos, dos chimeneas independientes proporcionan suficiente calor. Los paneles solares, la bomba de calor y su propia fuente de agua hacen que la casa sea completamente sostenible y autosuficiente energéticamente.
Los materiales de construcción utilizados son lo más naturales y locales posible. La casa se apoya en una estructura de hormigón armado con un tejado de tejas ligeras en la parte superior. Las paredes se han acabado con un enlucido de cal tradicional. En el interior, las baldosas de terracota y los suelos de madera de pino gallego dan a la casa la pátina del paisaje circundante.
La parcela de aproximadamente 30.000 m² está rodeada de olmos, acebuches y los antiguos muros de piedra tradicionales y está conectada con el cielo, el viento y el mar. La ubicación entre Santanyi, Ses Salines y Campos garantiza una privacidad absoluta y distancias cortas a algunas de las playas más hermosas de Mallorca.