El origen de esta casona asturiana se remonta al siglo XVIII. A sus pies se levanta un muro de piedra que rodea toda la finca con más de 5.000 m² actualmente convertida en un jardín atlántico con gran variedad de arboles centenarios, plantas y separada por diferentes ambientes y estanques de tortugas y patos con un aljibe que alimentaba el agua del estanque. Junto a la casa se levanta una zona de parrilla con árboles exóticos: Acantos, Juniperos, Araucarias, Palmeras y una gran variedad de los más autóctonos: Fresnos, Encinas, Manzanos, Higueras, Naranjos.
En la esquina de la casa se encuentra una torre en piedra que en su día había sido un palomar. Se han creado varios espacios independientes para que no abrumen. Frente al jardín principal se encuentra una amplia terraza con sombrillas y tumbonas que dan paso a través de una preciosa buganvilia a la gran casona asturiana de 400 m² por planta.
Dice la historia de la casa que lo primero en construirse fue el eje de la escalera, que ésta será la base para empezar a visitar esta gran propiedad en forma circular. La casa se distribuye en tres plantas: Planta baja donde se encuentra la zona de despensa, bodega, almacén (antiguamente había sido la cuadra) estancias del servicio, cuarto de lavado, cuarto de calderas, con calefacción de gasoil en toda la vivienda (termostato individual) y garaje para dos vehículos.
En la primera planta conserva todo el encanto antiguo de la vivienda, empezando por las escaleras en piedra, las puertas y ventanas en roble con tallas diferentes en cada una y siendo las originales de la época. Antiguamente las ventanas tenían contra ventana pero no cristal, lo que posteriormente se llevo la idea vista en el monasterio de Lerma, de instalar cristal con el reborde en plomo para su colocación sobre la ventana. El salón con chimenea, ésta con recuperador de calor da espacio a un amplio corredor de madera con vistas a la montaña y a la finca orientada al sur. Continuamos la visita y entramos en un hall que distribuye una habitación donde antiguamente estaba la capilla. A través del hall entramos también a otra habitación familiar que comunica con una sala-comedor con chimenea y a su vez ésta con la cocina, mas moderna para tener los servicios adecuados a los tiempos que corren. Pasamos a un distribuidor que linda con un gran baño muy amplio, un dormitorio doble, acceso a un llar, a un servicio y al jardín trasero. En el hall mas próximo al salón encontramos una puerta de roble que da paso a una escalera que sube al bajo cubierta. En el cuál se distribuye un amplio y diafáno salón con chimenea y diferentes espacios para el ocio. También bajo los casetones se encuentran tres amplios dormitorios y dos baños, uno de ellos con bañera bajo el velux.
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