Venta de chalet en calle Des Sol de 3 habitaciones con terraza y garaje

Ubicada en el corazón del pintoresco Montuiri, esta encantadora casa rústica ofrece un refugio idílico para quienes buscan tranquilidad y autenticidad. Con 182 m² de espacio habitable distribuidos en tres niveles, esta casa combina el encanto tradicional con la conveniencia. Al entrar a la casa, el pasillo conduce a un acogedor salón rústico adornado con una chimenea, creando un ambiente cálido. La cocina totalmente equipada con una oficina adyacente cuenta con acceso directo al jardín, un lugar encantador para cenar al aire libre y disfrutar del sol mediterráneo. La planta baja también alberga un cómodo dormitorio doble y un baño con ducha. Sube las escaleras desde la cocina para descubrir el primer nivel, donde te espera otro dormitorio doble. Continúe subiendo hasta el segundo nivel, donde se encuentra un espacioso tercer dormitorio, acompañado de un baño completo con bañera y una terraza donde podrá disfrutar de la serenidad de Montuiri. La propiedad también cuenta con una amplia bodega accesible desde la cocina. Completando esta encantadora propiedad hay un garaje independiente accesible desde la calle, que proporciona aparcamiento y espacio de almacenamiento. Además, encima del garaje se encuentra una construcción que espera su toque y visión personal para transformarlo en una espléndida adición a esta ya encantadora propiedad. Ubicado en el corazón de Mallorca, Montuiri irradia un encanto irresistible con sus pintorescas calles, arquitectura histórica e impresionantes vistas al campo. Rodeado de colinas y llanuras fértiles, Montuiri es famoso por su patrimonio agrícola, que produce deliciosos aceite de oliva, almendras y vinos locales. La rica historia de la ciudad es evidente en sus edificios bien conservados, incluida la emblemática Iglesia de Sant Bartomeu y el imponente Castillo de Montuiri. Con su cálido clima mediterráneo y su ambiente auténtico, Montuiri ofrece una escapada tranquila del ajetreo y el bullicio de la vida moderna, lo que lo convierte en un destino verdaderamente encantador al que llamar hogar.