La nueva tendencia es volver a vivir en un pueblo. Si no es el propio de origen, el de tus padres o el de tus abuelos no es relevante. Lo que importa es que quieres tranquilidad, espacio y tener tiempo para aquello que te gusta hacer, sea salir en bici, dormir o pasear, cerca de la naturaleza, lejos de la muchedumbre, del mundanal ruido y de los miles anónimos pasantes que hacen cada vez más insufribles las grandes ciudades. Si tienes un perro y debes salir varias veces al día a pasearlo por las abarrotadas calles o si sufres la búsqueda de un sitio para aparcar cuando regresas a casa por las noches, entonces sabrás de lo que hablo.
Si no tienes un pueblo al que volver, ven a conocer la encantadora localidad de Alfara de la Baronía y su precioso entorno, rodeado de campos de naranjas y perfumado por el azahar.
Aquí tienes esta gran casa esquinera situada en el compacto centro histórico de este municipio que está esperando ser reabilitada y rehabitada por gente emprendedora e inteligente como tú y tu familia, que saben que la calidad de vida se encuentra en el día a día y no sólo en las ansiadas vacaciones que tardan siempre demasiado en llegar y que duran menos de lo que se querría.
Esta casa de tres alturas ofrece sobretodo muchos metros para disponer de grandes habitaciones con mucha luz. La planta baja se compone de dos habitaciones amplias, un vestíbulo, un salón comedor, coina y cuarto de baño completo, así como dos cuartos de servicio, trastero, lavadero y un patio en la parte trasera. Dos escaleras conducen a la planta alta, una en la entrada principal, la otra en la secundaria.
La planta alta tiene en origen dos dormitorios y un aseo, además de una amplia zona abierta de salón y dos amplios cuartos utilizados como trastero. La última planta que fue la cambra de la casa (es decir el desván) ocupa alrededor de la mitad del total de la planta de la casa incluye una gran terraza con vistas al monte, a la Ermita, así como a una parte del casco histórico.
Además de tener una gran casa, te sobra espacio para destinarlo a despacho o a cualquier actividad económica local.
También es un buen momento para invertir en una propiedad que es ideal para transformarla en un boutique-hotel con mucho encanto o una casa rural con mucho que ofrecer a viajeros ávidos de conocer la región y de asomarse a las bondades de la vida de pueblo con sus naranjos y sus rincones de callejones estrechos y paredes blancas con sus encantadores balcones de hierro forjado recortados en el intenso cielo azul.
El origen toponímico de Alfara de la Baronia es claramente árabe, y debió de constituir en el siglo XI un pequeño núcleo urbano sujeto a las vicisitudes de la vecina y poderosa Murviedro, la actual Sagunto.
De clima Mediterráneo, Alfara posee algunos recursos de interés relacionados con el agua. Situado en el barranco de Arguines, nos encontramos con Los Arcos, una construcción que algunos estudiosos apuntan de origen musulmán, y que pudo sustituir al antiguo acueducto de origen romano que, aún hoy, sirve para la conducción de la acequia mayor de Sagunto. Otra de las obras civiles destacadas y relacionadas con el agua es su cisterna, uno de los símbolos de la localidad.
Situado al noroeste de la comarca del Camp de Morvedre, en el valle del río Palancia. El río divide el término en dos mitades, quedando el núcleo urbano a la derecha. Las montañas más elevadas del término municipal son el Picaio (388 m.), la Costera (261 m.) y la llamada popularmente Muntanyeta de l'Ermita (229 m.), a cuyos pies se extienden las casas del pueblo.
El clima es mediterráneo. La zona montañosa del término (365 Ha.) está cubierta de pinos, de propiedad municipal; hay también tomillo, romero y algo de esparto. Se accede a este pueblo desde Valencia a través de la A-23 tomando luego la CV-327 después de atravesar la localidad vecina de Algimia de Alfara.
La vegetación es típicamente mediter.