Vivienda de expresión clásica e innovadora
En esta bella vivienda ubicada en la idílica urbanización de Can Camp de l'Ametlla del Vallès, rodeada con más de 3.000?m² de extensión de terreno, se unen una mezcla de clasicismo e innovación, creando una sensación muy particular, porque te traslada a un oasis de paz, integrándose en una amalgama perfecta en un entorno natural. Donde el ruido del agua y de los pájaros acompañan todo el día. La elección de los materiales definen un estilo arquitectónico, siendo clave los detalles que dan al exterior, tanto en puertas como otras aberturas acabadas en hierro forjado. Podemos acceder a la vivienda por dos calles, una nos lleva al parking y la otra directamente a la vivienda. Desde el hall la distribución de la vivienda se reparte, a la izquierda, en un amplio salón -comedor con grandes ventanales que se abren al jardín con la piscina y su cocina americana con salida al impresionante porche con unas magníficas vistas a toda la extensión de jardín. Un baño y cuarto de lavado completan el espacio. A mano derecha del hall se encuentran dos habitaciones dobles con baño y vestidor. En la primera planta se encuentran dos suites con acceso a una terraza, y una de ellas con una habitación paralela, cada una con su baño y un vestidor. Y en los bajos de la casa se encuentra un rústico salón con chimenea, una habitación, parking para dos coches y sala de máquinas.
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L'Ametlla del Vallès es un municipio de la comarca del Vallès Oriental, situado al sur de los Cíngles de Bertí (Cordillera Prelitoral). Su ubicación le hace tener dos tipos de paisaje: la llanura vallesana, eminentemente agrícola, y otra más montañosa. El núcleo urbano principal se encuentra en medio de ambas orografias disfrutando de una suave pendiente. Su pasado se remonta al año 903 donde por primera vez aparece el nombre del municipio asociado a la hija del conde Guifré, a quien le pertenecía. Pero hubo que esperar hasta 1843 para que se formara el primer ayuntamiento. El aumento de población se hizo especialmente notable entre 1970 y 2004, cuando los habitantes llegaron a multiplicarse por 6, llegando a los más de 8.000 que hay en la actualidad. Se pueden encontrar muestras del pasado agrícola de la comarca en las masías de Ca l'Arenys, Can Carlons, Can Divino, Can Draper, Can Fàbregues del Bosque, Can Guineu, etc... También podemos encontrar patrimonio arquitectónico y religioso, como puede ser la iglesia parroquial de Sant Genís de l'Ametlla, construida en el 906. La huella modernista, fruto del impulso que a comienzos del siglo XX, se ve reflejada en varias edificaciones, entre las que cabe destacar el edificio del ayuntamiento (1912), Cal Barber, el café del Dr. Balsa (1906) y Can Millet (masía originaria del siglo XIV-XVII).
