SINGULAR CHALÉ EN SALINAS
Las casas antiguas, como las personas mayores, esconden historias y tesoros para que las personas que vienen detrás las puedan descubrir y disfrutar. Traspasar las puertas de esta casa es trasladarse a un tiempo donde se vivía, se disfrutaba, se compartía de otra manera. Esta maravillosa obra de arte en forma de casa, se construyó en el año 1928 por el arquitecto Julio Galán. Quien levantó esta maravilla para su familia. Por tanto la casa, no es solo la obra de un artista, si no el lugar donde dio forma a su vida y a la de su familia. Y esos detalles se aprecian desde que se atraviesa el umbral.
Construida en una finca completamente plana de 1.100 metros cuadrados, a menos de 200 metros de la playa de Salinas y con una orientación perfecta para el clima asturiano, sur, se levanta esta imponente casa de fachada singular, grandes aleros de madera, ventanales que bañan de luz el interior y grandes y fabulosos espacios para construir en ella el hogar perfecto.
Tiene actualmente 10 dormitorios, aunque uno de ellos, inicialmente era un despacho con vistas al jardín, además tiene dos salones uno más de día y otro para disfrutar del sol del atardecer, un comedor inmenso, una cocina, tres baños, un porche, un cenador y un sotano de unos 150 metros cuadrados. La casa se divide en dos plantas, separadas con una maravillosa escalera muy abierta de madera noble y sobre la que se eleva una vidriera impresionante. El conjunto en su totalidad, recuerda a veces a un Palazzo Italiano, otras a una magnífica casa burguesa de finales de siglo pasado.
Pese a su antiguedad, el estado de conservación es excelente, debibo sobre todo a la calidad de los materiales y al cuidado que la ido dando la familia a través de los años. Tiene una caldera de gas, con unos radiodores fabulosos de hierro forjado. Necesita reformas de adecuación pero no estructurales, es de hecho es una magnífica construcción que simplemente espera nuevos dueños que la veneren como los actuales.
Si quiere ampliar información no dude en contactar.
