Chalet de lujo en la ubicua zona de Alfaz conocida como Foya Blanca, una coqueta escisión de la ilustre Colonia Escandinava. Sin duda un páramo hermoso y residencial, el cual se envuelve de una clase especial de tranquilidad y bienestar; gozante de un aura tan divino que atraviesa hasta el último rincón de las viviendas que hacen de esta urbanización su hogar: y a pesar de este entorno tranquilo, la Urb. está perfectamente conectada, pues Alfaz, Albir, Altea e incluso La Nucía, así como todos los fenomenales servicios que estos pueblos ofrecen, se hallan a un corto trayecto en coche.
Y como es natural, digno de tamaña urbanización es este chalet indepediente que presume de estancias grandiosas, una plétora de extras de primera y un lujo carente en la mayoría de hogares en la Costa Blanca. La primera y mayor característica de este hogar es que no es una sola casa, sino que dos bellezas simétricas se resguardan dentro de una inmensidad de trescientos cincuenta metros cuadrados. Ambas plantas tienen una orientación predominantemente sureña, están totalmente equipadas con un sistema ultramoderno de airco por toda la casa, y cuentan cada una con tres dormitorios, dos baños (un en-suite en cada dormitorio principal) y dos aseos de invitados. Como colofón a estos extras de lujo, se añade que la casa se vende totalmente amueblada con mobiliario de alta alcurnia.
El exterior se nos presenta con un nivel que está a la par de su interior. Hay parking ingente, tanto en la parte frontal de la vivienda, la cual incluye además un jardín taimado y patio, como en la zona trasera, en donde se ubica la mayor parte de extras. He aquí un patio de orientación sur que se baña en la luz más cándida del sol, una piscina privada de ensueño, varias terrazas y zona de BBQ. Anexa a la vivienda principal arriba, hay una amplia terraza cubierta que además conecta directamente con el solarium: aquí, sobre el grácil ápice de esta vivienda, hay mucho espacio, siendo pues un escenario idóneo para gozar de las vistas espectaculares a la Costa Blanca, la cual se extiende aquí como un horizonte de lo más preciado.
Ciertamente se trata de un chalet de lujo, ¡uno que hay que ver in situ para apreciar realmente su belleza!