Bienvenido a tu hogar de ensueño en Palafrugell, donde la elegancia moderna se encuentra con la historia antigua en este apartamento nuevo a estrenar.
Imagina un espacio donde la comodidad contemporánea se fusiona con el encanto de una casa antigua, donde cada rincón cuenta una historia de tiempos pasados y cada detalle ha sido cuidadosamente diseñado para ofrecer una experiencia de vida excepcional.
Ubicado en el corazón de Palafrugell, en una ubicación privilegiada cerca de tiendas, restaurantes y lugares de interés cultural. Este apartamento ofrece una combinación única de tradición y modernidad. Construido en una antigua casa con paredes de piedra que cuentan con siglos de historia, este apartamento ha sido meticulosamente renovado para ofrecer el máximo confort y lujos a sus residentes.
Al entrar en este magnífico espacio, serás recibido por una sensación de calidez y sofisticación. Los acabados de alta calidad, como un peculiar suelo de gres que se combina armónicamente con las características originales de la casa, como las paredes de piedra y los techos altos con vigas de madera a la vista.
La luz natural inunda cada habitación, creando un ambiente luminoso y acogedor en todo el apartamento. La distribución inteligente del espacio ofrece un flujo sin costuras entre las áreas de estar, comedor y cocina, creando un espacio ideal para el entretenimiento o simplemente para relajarse y disfrutar del ambiente tranquilo.
La cocina equipada y con encimera de granito, invita a los amantes de la cocina a explorar su creatividad culinaria, mientras que los baños, revestidos con azulejos de diseño y accesorios de alta gama, ofrecen un oasis de tranquilidad y rejuvenecimiento.
¡VEN A VERLO!
Palafrugell es un municipio con más de 23.000 habitantes situado en la comarca del Baix Empordà. La ciudad la forman el núcleo administrativo, en el interior, y cerca de la costa los núcleos de Llafranc, Calella y Tamariu, que son en la actualidad unos activos centros turísticos, además del núcleo de Llofriu, al pie de las Gavarres, y los Vecindarios de Santa Margarita y Ermedàs a medio camino del mar y la llanura donde se ubica la ciudad.
Situadas entre las estribaciones más orientales de las Gavarres y las montañas de Begur, las tierras que conforman el actual núcleo de Palafrugell fueron desde tiempos inmemoriales un lugar pantanoso donde abundaba el agua y escaseaba cualquier tipo de hábitat. El más antiguo del municipio lo localizamos en el paraje de los Torrents, en Llafranc, donde aún hoy podemos apreciar el dolmen de Can Mina.
Una situación privilegiada, sobre el cabo de San Sebastián, una montaña imponente que cae 165 metros sobre el mar en su punto más alto, favoreció que en el siglo VI aC se estableciera un pequeño poblado ibérico. Desde allí, los íberos controlaban el mar, pero también las tierras interiores. Las excavaciones arqueológicas han descubierto unos enormes silos, un elemento significativo del yacimiento, que demuestran la importancia de la agricultura para sus pobladores, así como la ganadería y muy especialmente la pesca. También destacaban otras actividades, como la explotación de las canteras, la artesanía y el comercio con pueblos griegos e itálicos como lo demuestran las numerosas piezas de importación que se han localizado.
Su entorno natural está predominado, esencialmente, por el macizo de las Gavarres y las montañas de Begur, los cuales son zonas protegidas ya que son sitios de interés Natural que se encuentran dentro del Plan de la Generalitat (PEIN). Sin embargo, la costa también es así de accidentada lo que ha ocasionado la formación de muchas calas y cabos, como por ejemplo, el Cabo de San Sebastián.
En esta localidad se encuentran Bienes de interés Cultural catalogados por la Generalitat de Cataluña; estos son la Torre de San Sebastián (torre de vigilancia construida en el siglo XV), la Torre de Can Mario (un depós.
