Venta de ático en Centre - Castelldefels de 4 habitaciones con terraza y piscina

"La gaviota en el aire dormido y al lento volar soñoliento, se aleja y se pierde en la bruma del sol" Antonio Machado. Uno de los sueños de las personas es el volar. Cuántas veces hemos imaginado abrir nuestras alas, poner la mirada fija en el horizonte y saltar dirección al infinito cielo de nuestra ciudad? Bienvenidos al HOGAR DE GHIANIRA. Ubicado en el centro y cerca de la estación de Castelldefels, se irgue desde lo alto ligera y soñadora con 137 m² construidos. Arrancamos vuelo desde la zona comunitaria. Son más de 6.000 m² diferenciados en dos zonas. La de acceso en donde dos piscinas de azul radiante nos encandilan y sorprenden al lado de la zona infantil. La obra fue construida en 2002 en donde sus altas calidades brillan en cada detalle. Ruge el sonido del viento por los cantos de río que reposan sobre una alfombra de hierba que se funde con la ciudad y la piscina en la parte de atrás. Un gran espacio diáfano en donde la zona infantil se junta con el azul eléctrico del agua y verde fuerte del césped recién cortado. Desde aquí podemos vislumbrar la fachada de la finca. En tres tonos de luz donde destacan el beige, tierra de ladrillo y con detalles en amarillo de los toldos. Toda ella mira al sur-oeste descarada como si su ilusión fuera volar. Vamos al interior. Tras cruzar el recibidor aparece ante nosotros la altura, la que conecta el salón con la infinita vista abierta. Con grandes cristaleras funde todas las habitaciones con la misma luz natural que penetra a la par. Lugar donde este salón lidera el horizonte desde la primera terraza. Seguimos por la cocina office con lavadero. Un lugar para trabajar mientras picas algo. Vamos a los dormitorios. -"De qué color son las personas de nuestro hogar?"- Preguntó la gaviota al marinero en su planear.-"¿Son blancos como la espuma, azules, como el cielo, o rojos como el coral?"- a lo que le respondió el marinero"los colores de quienes más quiero son infinitos como las gotas del mar"-. De esta manera explicamos cómo pueden ser los cuatro dormitorios de la planta, todos con su propia personalidad, todos únicos, todos miran hacia la luz de nuestra ciudad. Aún nos quedan dos sorpresas. La primera es la terraza solárium de más de 90 m². Como si de una atalaya se tratase podemos ver volar a las gaviotas como pájaros encantados que cumplen su sueño cada día de abrir sus alas, poner la mirada en el horizonte y saltar dirección al infinito Castelldefels. Y la segunda es la plaza de aparcamiento para coche grande. Sol, vista y Antonio Machado definen este ático inusual.